Un todo de todo y de todo unos cuantos, así en plural, con sus gentes, con sus oficios, con sus profesiones, con sus desempeños, con sus funciones, con sus particularidades.
Y lo canta Gardel: Barrio, barrio, Que tenés el alma inquieta De un gorrión sentimental Penas ruego Esto todo el barrio...Melodía...
Aquí no podemos, propiamente suspirar(¿o sí?) por las calles pequeñitas, bajo la luz del cielo que un día me vió nacer, como canta José A. Morales en su Pueblito Viejo.
O el Vengo, Vengo de mi Barrio Chico de Piero, con sus casas alargadas preguntando donde están los vecinos y los amigos. Porque este barrio es la piel que nos envuelve y nos habita.
Pero aquí hay mucha vida. Mucha cotidianidad. Y aquí lo hay todo; porque en este gran conglomerado llamado Barrio Ciudad Jardín Norte se aúna todo todo un entramado urbano de procedencia pueblerina, tan lleno de historias. De un protaginismo local y locuaz, de gran tramado humano.
Poder reseñar este acontecer barrial, es casi un imposible. Pero se hace el intento. Un intento que ha llevado a darnos cuenta que nuestras calles hablan, que nuestras paredes respiran y que nuestro ambiente es único e irrepetible. Que aquí se tejen hilos de existencia valiosos, efímeros y de arraigos.
FIN DE LA PARTE 2 DE 4
CRONICAS DE JAIME ARISTIZABAL CORREA, RESIDENTE EN EL BARRIO CIUDAD JARDIN DEL NORTE DE BOGOTA, COLOMBIA, CON SU FAMILIA DESDE LOS AÑOS 60s. PUBLICADAS EN LA REVISTA CIUDAD JARDIN NORTE HOY DE JORGE ALBERTO BARON
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